Cuando vamos a la montaña para ver el agua cristalina del manantial, erróneamente la llamaremos "agua pura", pero lógicamente, esta agua tiene elementos absorbidos de la misma fuente: sal, materia orgánica, minerales, por lo tanto, para eliminar esos microorganismos, se debe realizar el método de depuración de forma profesional y procurar que se elimine por completo. Ahí radica la diferencia entre el agua potable y el agua purificada.
Agua potable
Si el agua es apta para beber sin riesgo de enfermedades de alto riesgo, el agua se denomina "potable". Para ser considerado potable, debe tratarse con diferentes sustancias para cumplir con ciertos estándares de calidad. Sin embargo, el agua potable suele contener cantidades excesivas de determinadas sustancias, que pueden ser perjudiciales para nuestra salud.
Por su eficacia y bajo costo, el cloro es uno de los desinfectantes más utilizados en los procesos de depuración de agua a nivel mundial. Este exceso de sustancia puede ser un productor de subproductos cancerígenos. Dañar nuestro sistema inmunológico y exponernos a enfermedades a largo plazo.
Otra sustancia que puede estar contenida en el agua potable es el aluminio, que aunque se eliminará parcialmente durante el proceso de depuración, una gran cantidad de esta sustancia permanecerá en el agua, lo que supone un cierto riesgo para nuestra salud. Además del aluminio, también podemos encontrar innumerables sustancias en el agua potable de Internet, como arsénico, cobre, hierro, plomo u otros metales pesados que son muy perjudiciales para nuestra salud.
Agua purificada
Después del proceso de eliminar o reducir las impurezas a un nivel extremadamente bajo, el agua se considera agua pura. El tratamiento de depuración no incluye ningún tipo de sustancias químicas que afecten la potabilidad del agua, pero elimina diversas sustancias nocivas, haciendo que el agua sea completamente pura, sin olores peculiares, bacterias y ningún tipo de sustancias químicas. Tener agua pura y de alta calidad nos traerá un sinfín de beneficios, porque antes de que nos demos cuenta, el agua del grifo entra en contacto con muchas cosas que consumimos todos los días. No solo repone el agua de la ingesta directa de agua, sino que también incluye el lavado de frutas y verduras, donde el agua es el elemento principal de esta acción. O cuando cocinamos pasta, sopa o cualquier alimento que necesite agua para cocinarse. La calidad del agua también afecta las bebidas que bebemos con cubitos de hielo del agua del grifo.
Claro que el agua potable se llama así por el hecho de que se pueda tomar, sin embargo, el agua purificada es la mejor opción para evitar enfermedades y contar con una mejor calidad en casa.
Nuestro proceso de purificación de agua, independientemente de que sea en sistema industrial o comercial, cuenta con las políticas de calidad más exigentes del mercado, pasando el agua por los siguientes procesos: osmosis inversa, rayos ultravioletas, cloro y carbón activado. Además de que este sistema erradica el uso de garrafones, agilizando el proceso de obtención de agua purificada.